PRESENTACIÓN

San Pedro de Alcántara
San Pedro de Alcántara, para ver en grande la imágen, pincha sobre ella.

            Antes de invitarte a subir a este Santuario de Santa Ana del Monte, conviene que tengas en cuenta el fondo espiritual desde el que se diseñó y decoró todo él; pues de otro modo puedes percibirlo como una maravilla de la naturaleza que le circunda, o como una obra antigua de hondo raigambre cultural en esta ciudad y comarca. Sin embargo el diseño y la decoración responde a la forma de vida que San Pedro de Alcántara propició una nueva reforma de los franciscanos caracterizada por su extremo rigor de vida, para centrar toda su atención en la Pasión de Cristo y que en este Convento alcanza una singularidad arquitectónica y decorativa que no se encuentra en otros anteriores como el de Orito o Yecla. Aquí, al ser lugar separado de la ciudad, pudo expresarse más adecuadamente los contenidos de la espiritualidad franciscana según el modelo alcantarino. De hecho, según nuestras crónicas todos los picos de los montes que circundan el Convento estaban jalonados por catorce cruces que invitaban a rezo del santo Vía Crucis; que, después de diversas vicisitudes solamente permanecen la que está colocada en lo alto del impresionante Picacho en el monte del antiguo santuario ibérico; del mismo modo que son innumerables los Vía Crucis que existen tanto fuera como dentro del recinto del Convento, así como la austeridad y pequeñez del mismo. (Foto cuadro S. Pedro de Alcántara con el siguiente comentario. Cuadro de San Pedro de Alcántara que se encuentra en la Iglesia y que sintetiza los elementos más significativos de su espiritualidad, entre los que destaca la cruz)

            La intención es bien clara, además de mostrar el estilo propio de vida y su razón de ser, con todos los simbolismos se invitaban al peregrino a ascender al lugar de santidad que suscitaba la venerada Imagen de Santa Ana; peregrinaciones que se realizaban ya antes de la presencia de los Franciscanos en 1573. Así pues, se trata de un lugar en el que armónicamente se conjugan, naturaleza, historia y santidad. Si quieres encontrarte con las tres, sube, asciende, contempla y reza.